Case and Commentary
Apr 2022

Invisibilidad de los latinos en la pandemia

Marina Del Rios, MD, Sylvia Puente, Pamela Vergara-Rodriguez, MD, and Noreen Sugrue
AMA J Ethics. 2022;E289-295. doi: 10.1001/amajethics.2022.289.

Abstract

ENG

Los efectos devastadores de la COVID-19 entre los latinos no han sido destacados ni abordados adecuadamente por los medios, expertos en salud pública, investigadores o funcionarios de gobierno. Por otra parte, el subregistro del efecto de la crisis en los latinos y el conteo incompleto de casos continúa, incluso mientras se diseñan e implementan programas, iniciativas y políticas para mitigar la propagación del virus; asignar recursos con el fin de atenuar las consecuencias económicas, educativas, habitacionales y nutricionales de la COVID y dirigir la planificación de la recuperación. La invisibilidad y el abandono sistemático de dicha población ha contribuido a tasas desproporcionadamente altas de infección, hospitalización y muerte de latinos. Es necesario cambiar la narrativa de la COVID-19 para garantizar respuestas adecuadas y equitativas al efecto de la pandemia en los latinos.

Caso

Con la disminución de casos de COVID-19 en el segundo trimestre de 2021, la atención de los medios se volcó a la creciente preocupación por el nuevo paciente con COVID: blanco, joven, sano y hospitalizado.1,2 Estos titulares borraron la realidad de los efectos devastadores de la COVID-19 en la comunidad latina, contradiciendo lo que los trabajadores de la salud, familiares y miembros de la comunidad han estado viviendo desde abril de 2020. Debido a que esta población es mucho más joven que la población total (es decir, hasta el 59 % de los latinos en comparación con el 46 % de la población total es menor de 35 años), los casos y las muertes por COVID entre los jóvenes no eran nada “nuevo” en la población latina.3

Comentario

Para mayo de 2021, la COVID-19 había infectado a más de 33 millones de personas en los Estados Unidos, dejando casi 600 000 fallecidos.3,4,5 Pese a que a menudo se dice que “la COVID no discrimina”, los datos reflejan una situación muy distinta. Como ejemplo de lo que ocurre en el país, al 31 de mayo de 2021, casi un 11 % de la población latina de Illinois había sido diagnosticada con COVID-19 en comparación con aproximadamente el 7 % de la población blanca de Illinois.6,7 Coincidentemente con la invisibilidad de los latinos, se ignora en gran medida el hecho de que la COVID ha enfermado, hospitalizado y matado de forma desproporcionada a latinos más jóvenes; trabajadores esenciales que, debido a necesidades económicas, enferman y mueren.8 Las tasas de mortalidad ajustadas por edad exponen una carga que en gran parte no se ha reconocido: Los latinos tienen tasas de mortalidad 2.3 veces más altas que los estadounidenses blancos.9

Los latinos, además, corren un riesgo mayor de contraer COVID-19.5 Entre los factores de riesgo se incluye la exposición ocupacional al virus3; la residencia en espacios hacinados y multigeneracionales10 y la condición laboral.3 De hecho, estos factores son mejores indicadores de casos de COVID y muertes en latinos que las afecciones de salud subyacentes (excepto las enfermedades cardíacas).3 Por otra parte, los latinos tenían las tasas más bajas en cobertura de seguro de salud entre todos los grupos raciales o étnicos, salvo los indígenas estadounidenses/nativos de Alaska en 2019.11 Estos resultados coinciden con que la condición socioeconómica sea un riesgo significativo para contraer COVID-19.12 Para la comunidad latina, el problema permanente de la inequidad y la discriminación se ha traducido en tasas excesivamente altas de pobreza, desventaja educativa, segregación barrial, discordancia lingüística y condición incierta de ciudadanía.10 La pandemia de la COVID-19 ha exacerbado los problemas económicos de los latinos.8

Latinos invisibilizados

En abril de 2021, una oleada de casos y muertes de adultos jóvenes y sanos en Michigan13 y el enfoque en los efectos a largo plazo de la COVID en niños14 llamó la atención del público estadounidense. Si bien estos casos merecen atención, a fines de la primavera de 2020 había surgido otro tema: la invisibilidad de los latinos. En abril de 2020, cuando habló en un foro comunitario de Unidos en Chicago, Aida Giachello, una líder latina familiarizada con el impacto devastador que estaba teniendo la COVID-19 en los latinos más jóvenes, señaló que las narrativas que en ese momento circulaban en los medios y en la comunidad médica, así como las declaraciones hechas por el sector de la salud pública y otros funcionarios de gobierno estaban incompletas. Indicó, además, que los testimonios y reportes de los efectos de la COVID en los latinos en el contexto de otras comunidades de color enfatizaban cosas en común, pero ignoraban diferencias significativas. Y son esas diferencias (p. ej., barreras idiomáticas, condición migratoria, escasez de fondos de ayuda gubernamental y hacinamiento habitacional multigeneracional) las que sustentan en gran medida el impacto desproporcionado que estaba teniendo la COVID en la comunidad latina. Esta observación la llevó a concluir: “es como si los miembros de nuestra comunidad fueran invisibles o, incluso peor, desechables”.

Un ejemplo de la invisibilidad de los latinos es la aplicación gradual temprana de las vacunas. Un objetivo de las directrices de distribución de vacunas propuestas por el Comité sobre Prácticas de Inmunización de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades era la reducción de las cargas desproporcionadas de la COVID-19.15 La aplicación gradual que priorizaba a trabajadores de la salud y adultos mayores, sin embargo, produjo una tendencia desconcertante. En lugar de generar equidad, la aplicación temprana de las vacunas provocó una desconexión entre el riesgo de las personas de contraer COVID-19 y su acceso a la vacuna. Los latinos no podían tener acceso temprano y seguro a las vacunas debido a que, si bien estaban empleados principalmente como trabajadores esenciales, no estaban en sectores ocupacionales de mayor prioridad para tener acceso temprano a ellas.16,17 Esto significó que continuaran enfermándose y muriendo de COVID-19. Estos trabajadores esenciales (p. ej., trabajadores de mantenimiento, de supermercados, personal de reparto), a menudo señalados como “héroes”, a lo más eran invisibles y, en algunos casos, ciertamente prescindibles.

En lugar de crear equidad, la implementación temprana de la vacuna creó una desconexión entre el riesgo de contraer COVID-19 y el acceso a la vacuna.

Otro ejemplo de la invisibilidad de los pacientes latinos con COVID se da cuando los municipios y estados comenzaron a relajar las exigencias de uso de mascarilla y distanciamiento físico. A medida que se expandía la pandemia entre los estadounidenses blancos jóvenes, los niveles de exposición a la COVID entre trabajadores latinos de la industria hotelera se intensificaron. A comienzos de 2021, las elecciones de comportamiento produjeron una aceleración sorprendente en la cantidad de infecciones de COVID entre estadounidenses blancos jóvenes, quienes aprovecharon plenamente el relajo de las normas yendo a bares y restaurantes, como lo ejemplificado en un bar de Illinois, cuyo evento inaugural ese año se vinculó con 46 casos de COVID-19.18 Mientras los principales medios de comunicación encendían la alarma sobre estos nuevos pacientes con COVID, prácticamente se pasaban por alto las tasas cada vez mayores de infección con COVID entre latinos jóvenes; los trabajadores de aquellos bares y restaurantes que se estaban enfermando y muriendo.

Cuando aparecieron los titulares sobre muertes de pacientes jóvenes y blancos con COVID, se publicó un artículo en Vox sobre los problemas psicológicos que afectaban a los niños que habían perdido a sus padres por la COVID.19 El artículo llamaba la atención sobre el imperativo moral de enfocarse en estos niños y sus necesidades de atención y recursos, especialmente la atención psicológica. Al 11 de noviembre de 2021, en Illinois, los latinos representaban casi el 35 % de los fallecidos de entre 20 y 59 años.6 Estos datos recalcan la carga de la pérdida parental que están llevando los niños latinos. Aun así, el estudio sobre niños que habían perdido al menos un padre por la COVID, y en que se basó el artículo de Vox, solo señalaba las muertes de padres de niños blancos no hispanos y niños afrodescendientes no hispanos, pues no incluía la etnia como variable.14 Por lo tanto, el artículo de Vox no menciona el imperativo moral de analizar las necesidades de los niños latinos.19 Una vez más, llegamos a la incómoda conclusión de que los latinos, y en este caso también sus hijos, son invisibles en las narrativas dominantes.

Implicaciones de las políticas

Lord Kelvin señalaba que si no se puede medir algo no es posible mejorarlo.20 La invisibilidad de los latinos se ha traducido en la desinformación del verdadero impacto de la COVID sobre ellos, minimizando así la presencia y las consecuencias de la enfermedad en dicha comunidad. La invisibilidad de los latinos es probablemente un factor que contribuye de manera significativa a sus tasas desproporcionadamente altas de casos, hospitalización y muerte. No se pueden dirigir programas, iniciativas y estrategias de mitigación a los latinos si no es posible tomar medidas relevantes. Por ejemplo, dado que la tomas de pruebas eran inadecuadas en las comunidades latinas del país, no hubo una representación precisa de la propagación de la COVID entre los latinos durante la primavera y el verano de 2020.21 La distribución equitativa de recursos se vuelve un objetivo esquivo debido a que no se informa sobre la profundidad del problema,22 y se hace difícil conseguir datos precisos, pues no existe un conjunto sistemático y centralizado de definiciones raciales/étnicas ni exigencias en la presentación de información. Los hospitales, sistemas de salud y las entidades locales de salud pública utilizan diferentes metodologías para la recolección de datos sobre raza/etnia.23 Esta variación metodológica conduce a la desafortunada consecuencia de dar informes imprecisos sobre la incidencia y prevalencia de casos de COVID entre latinos. La continuación de la recolección deficiente de datos perpetúa la invisibilidad de los latinos, asegurando con ello que sigan corriendo riesgos desproporcionadamente altos de infectarse, enfermarse y morir.

Dado que se ha utilizado la condición migratoria como criterio de elegibilidad para acceder a la ayuda gubernamental, los programas asistenciales de atención médica y las políticas de recuperación económica que se han implementado en respuesta a la pandemia de la COVID-19 han sido inaccesibles para muchos latinos y sus familias. La inaccesibilidad no tiene justificación económica. Por ejemplo, considerando las decenas de miles de millones de dólares en impuestos federales, estatales y locales que pagan anualmente los inmigrantes indocumentados,24 no existe justificación económica para que la condición migratoria sea un criterio en las decisiones de políticas y asignación de recursos. Habiendo aproximadamente ocho millones de latinos indocumentados en los Estados Unidos, o cerca del 13 % del total de la población latina,25 la condición migratoria ha excluido a muchas personas y familias26 de la ayuda y los fondos de estímulo federal, la asistencia en materia de vivienda y los subsidios de seguro mediante la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio.22,27

Para asegurar que los latinos sean visibilizados y se reduzca su riesgo de infección, hospitalización y muerte, recomendamos las siguientes medidas: mejorar la recolección de datos priorizando la recolección de datos étnicos y raciales; observar los asuntos relacionados con asignación de recursos desde un enfoque de equidad para garantizar que la distribución de recursos refleje la presencia y el impacto de la COVID; y eliminar la condición migratoria como requerimiento de elegibilidad para el acceso a programas de salud, vivienda y nutrición financiados con fondos públicos, así como a programas y pagos de ayuda relacionados con la COVID.

Visibilizar a los latinos

Los problemas sin nombre producen soluciones desiguales y, en ninguna parte, esto está mejor ilustrado que en el caso de los latinos y la COVID. La frecuente invisibilidad de los latinos en la narrativa de la COVID y, por ende, en las decisiones sobre políticas y asignación de recursos, recalca la necesidad de un llamado de acción. Las medidas deben centrarse en desarrollar una narrativa que sea inclusiva y refleje con precisión la crisis, y en desarrollar métodos de recolección de datos que muestren la realidad del impacto de la COVID en todas las comunidades y un conjunto de métricas que indiquen si se alinean las medidas y narrativas para asegurar que existan políticas de distribución equitativa. No atender este llamado de acción supone que la falta de interés y la inequidad seguirán definiendo la respuesta a la COVID en la comunidad latina.

 

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Editor's Note

El caso al que responde este comentario fue desarrollado por el personal editorial.

Citation

AMA J Ethics. 2022;E289-295.

DOI

10.1001/amajethics.2022.289.

Conflict of Interest Disclosure

El/los autor(es) no tienen conflictos de intereses que informar.

Las personas y los eventos en este caso son ficticios. El parecido con hechos reales o con nombres de personas, vivas o muertas, es pura coincidencia. Los puntos de vista expresados ??en este artículo son los del autor(es) y no reflejan necesariamente los puntos de vista y políticas de la AMA.